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jueves, 14 de junio de 2012


¿NUEVAS MODALIDADES DE APRENDIZAJE?
Hoy día, cuando se habla de nuevas formas de aprender debemos preguntarnos si se trata de cam-
bios e innovaciones en términos de los procesos cognitivos del individuo o de nuevos procedi-
mientos, metodologías y modelos para promover el aprendizaje, aprovechando para ello diversos
recursos y estrategias a nuestro alcance, en especial la introducción de la telemática1 que en la
educación ha venido a ampliar y acelerar el manejo e intercambio de información y de comunica-
ción.
Es de especial interés en esta presentación, referirnos a la creación de nuevas propuestas peda-
gógicas orientadas a la promoción del aprendizaje destacando su aplicación en la educación a dis-
tancia2, sin ignorar los aspectos cognitivos, pero sí relacionándolos con la creación de nuevos mo-
delos y modalidades educativas.
La educación a distancia se ha venido consolidando con el uso de los medios informáticos y de te-
lecomunicaciones como modelos virtuales3 de educación, que mantienen en común factores de
no presencialidad física, tiempo, espacio y modelo educativo.
Algunas interrogantes a reflexionar y que tienen razón de ser para tratar de aclarar esta aparente
doble denominación (a distancia y virtual) de un modelo equivalente serían:
¿Son sinónimos Educación a Distancia y Educación Virtual?
Si son diferentes ¿cómo se precisan estas diferencias?
¿La educación a distancia nos ha servido como marco de referencia para acercarnos a un modelo
de educación virtual?
¿Es la educación virtual una alternativa para el desarrollo del conocimiento en los próximos años?
Un elemento importante para dar respuesta a las preguntas anteriores es la práctica pedagógica
tendiente a generar espacios para producir conocimiento a través de diversos métodos; es decir ,
es la práctica pedagógica el elemento decisivo para hacer de los nuevos modelos y del uso de las
nuevas tecnologías propuestas innovadoras para el aprendizaje, innovaciones educativas además
de tecnológicas.
Así, el reto de la educación a distancia o educación virtual, podemos llamarles indistintamente ya,
parece ser la forma de disponer un espacio educativo apoyado en lo tecnológico, para favorecer
no la simple reproducción o adquisición de los saberes sino, por el contrario, las posibilidades de
nuevas composiciones y creaciones a partir de las actuales condiciones del saber.
La UNESCO (1998) en su informe mundial sobre la educación, señala que los entornos de apren-
dizaje virtuales constituyen una forma totalmente nueva de tecnología educativa4 y ofrecen una
compleja serie de oportunidades y tareas a las instituciones de enseñanza de todo el mundo, el
entorno de aprendizaje virtual lo define como un programa informático interactivo de carácter pe-
dagógico que posee una capacidad de comunicación integrada.
Los entornos de aprendizaje virtuales5 son, por tanto, una innovación relativamente reciente y fru-
to de la convergencia de las tecnologías informáticas y de telecomunicaciones que se ha intensi-
ficado durante los últimos diez años.
Los ambientes de aprendizaje son planeados para crear las condiciones pedagógicas y contextua-
les, donde el conocimiento y sus relaciones con los individuos son el factor principal para formar
una "sociedad del conocimiento". Como innovaciones para el aprendizaje en dicha planeación de-
ben atenderse sus componentes: los asesores, tutores o monitores, los estudiantes, los contenidos
y su tratamiento o metodología didáctica y los medios tecnológicos. Por su importancia para la es-
tructuración de la propuesta pedagógica, las características y posibilidades de los nuevos medios
tecnológicos son un factor que debe ser especialmente atendido en la planeación (Morales, 1998).
En la actualidad hay diversas maneras de concebir a un ambiente de aprendizaje en la educación
formal (Moreno Castañeda et al., 1998), que contemplan no solamente los espacios físicos y los
medios, sino también los elementos básicos del diseño instruccional. Al parecer, existen al menos
cinco componentes principales que lo conforman: el espacio, el estudiante, el asesor, los conteni-
dos educativos y los medios. Por supuesto que no son exclusivos de los ambientes de aprendiza-
je en modelos no presenciales, cualquier propuesta pedagógica tiene como base estos elementos.
Por ello, la planeación de la estrategia didáctica es la que permite una determinada dinámica de
relación entre los componentes educativos.
NUEVAS TECNOLOGÍAS
Hablar de Nuevas Tecnologías es referirse a los multimedia, la televisión por cable y satélite, al CD-
ROM, y a los hipertextos donde su materia prima es la información (Cabero, 1996). Para efectos de
esta presentación se consideran nuevas tecnologías6 esencialmente las computadoras y los pro-
gramas informáticos que permiten el acceso a redes, básicamente porque los avances tecnológi-
cos, han dado a la computadora un protagonismo como instrumento pedagógico ya que permite
el acceso a grandes cantidades de información.
Son crecientes las investigaciones relacionadas con las redes de comunicación y el correo electró-
nico. Llama especial atención el énfasis existente en el estudio de la interactividad7 (particular-
mente desde entornos educativos), referida a distintos fines, paquetes y formatos de aprendizaje.
En este sentido, una de las clasificaciones más útiles que ha surgido para poder estudiar a los me-
dios se refiere a las posibilidades de interacción o "réplica" que presentan. Así, se habla de me-
dios de "una vía" y medios de "dos vías" (Bates, 1995), para diferenciar aquellos que operan bajo
un esquema técnico y comunicacional basado en el flujo de información del emisor al receptor,
pero no a la inversa, y aquellos que permiten esa reversibidad (Morales, 1999).
La interactividad permite el desarrollo de procesos de comunicación e intercambio entre los suje-
tos rompiendo barreras temporales y espaciales, por tanto, el medio está jugando un papel socia-
lizador.
Es entonces que en los sistemas educativos las computadoras desempeñan principalmente tres
funciones: la función tradicional de instrumento para que los alumnos adquieran un nivel mínimo
de conocimientos informáticos; la de apoyar y complementar contenidos curriculares; y, la de me-
dio de interacción entre profesores y alumnos, entre los mismos alumnos y entre los propios pro-
fesores.
La incorporación de medios por consiguiente, obliga a los usuarios a tener una alfabetización tec-
nológica (Beynon y MacKay, 1993) lo cual se logra teniendo acceso a lecturas e ideas relacionadas
con el uso de la tecnología; adquiriendo un marco de referencia tecnológico amplio que le permi-
ta saber por qué está haciendo lo que hace y por qué no hace otras cosas. Es importante que el
estudiante y el docente se sientan seguros en su habilidad para apropiarse de la tecnología. Es re-
comendable que cuando sea posible, reflexionen acerca de su propia experiencia tecnológica, pa-
ra no caer en la copia de modelos de implementación ajenos.
La alfabetización tecnológica no puede dejar de lado aspectos como el lenguaje, el aprendizaje, el
conocimiento y la cultura. En este sentido, ya no será suficiente que los alumnos universitarios se-
pan leer con sentido para interpretar y apropiarse de los conocimientos, tendrán que llegar con
habilidades que les permitan otros modos de relacionarse con las nuevas tecnologías, es decir, en
sus empatías cognitivas y, expresivas con ellas, y en los nuevos modos de percibir el espacio y el
tiempo (Barbero, 1999).
Si bien es cierto que el trabajo en redes genera procesos de interacción y de diálogo entre perso-
nas donde la información se resignifica mediante el intercambio de mensajes con otros, no debe-
mos olvidar que el medio por sí mismo no hace de los estudiantes mejores aprendices, su incor-
poración requiere modelos de uso muy claros de manera que permitan la apropiación de los con-
tenidos presentados.
Disponer de equipos y de aplicaciones no es garantía de utilización, ni de que el uso que se haga
sea el óptimo, o el más adecuado. Representa para el profesorado un trabajo extra en la planifi-
cación y gestión de la enseñanza (Sancho, 1998).
Debemos comenzar por entender que la tecnología transforma nuestra relación con el espacio y
con el lugar, la tecnología permite relocalizar el aprendizaje en conexión con el mundo. Esta dis-
persión de poderes es lo que los expertos señalan como un potencial que brinda esta tecnología
al ámbito educativo, ya que los educadores y los aprendices podrán generar sus propios estilos,
modos o maneras de aprender.

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